Y es verdad lo que expresa Truman Capote por la boca de la eterna Holly, para mí, existen los días rojos. Sin embargo, he de reconocer que yo no tengo especial predilección por Tiffany's, prefiero la catarsis del escrito, muchas veces en esos casos, de la poesía.
Así que hablando de días rojos y recordando a la bella Audrey Hepburn, pues, redactando las líneas de este post descubrí que su estrella se apagó un día como hoy de hace ya veintiún años, comparto la primera poesía de este blog:
El día rojo
Hoy, me tragaré la basura
y reciclaré mi sonrisa etrusca.
Reconstruiré esos pedazos de puzle roto,
tan fragmentados y desgajados como yo.
Hoy, me asfixiaré,
donde el aliento se me escape,
entre los hilos de mi cigarro,
y ahogaré el envite del arrebato.
Hoy, como cada luna,
callaré la incontinente hemorragia,
en donde desemboca el río rojo,
arrastrando el malestar del niño roto.
Pues si tienes uno de esos días rojos, que se te pasen cuanto antes... Porque a mi este poema, independientemente de su belleza formal, me asusta un poco.
ResponderEliminar;-)
Jajaja Iñigo, ese lo escribí hace más de un año, aún fumaba... Y supongo que no pillaste la metáfora. Día rojo, cada luna, mala leche niño roto (no tomar en sentido literal de mi niño, claro está) ;)
EliminarJoé, que ya se que no es literal mujer. El sábado me fuí de aperitivo con unos amigos (mi mujer e hija en casa porque llovía) uno de los cuales me contó que su mujer estaba con la luna llena... Bueno, solución, hasta las 6 de la tarde de potes y luego se fue a casa a apaciguar a la fiera... y me consta que le fue bien. ;-P
Eliminarjajaja El chocolate funciona mucho mejor de lo que se cree XD.
Eliminarniño roto excelente metafora.
ResponderEliminarGracias ;)
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