Translate the rain

lunes, 25 de agosto de 2014

La mirada perdida

Bajo las nubes grises veraniegas, llega un nuevo lunes con un micro de menos de 250 palabras que, espero, sea de vuestro agrado.

La mirada perdida




George, así había decidido llamarlo ella cuando estaban a solas, en honor a aquel actor hollywoodiense, entusiasta del café expreso, que la conquistó antes de que le robaran el amor. Sus medidas perfectas, el sesgo de sus mejillas y rostro angular que acompasaban la redondez de sus nalgas, la habían decidido definitivamente. Él disfrutaba de sus tenues caricias, de la ternura de sus grandes ojos, del tacto de sus cabellos ondulados en contacto contra su cuerpo. La observaba, con la mirada perdida, mientras ella lloraba pensando en lo perfecto que era él y recordando cómo el hombre que compartió su vida durante el último lustro la había dejado por otra.

Él hubiera hecho cualquier cosa por beber la sal de sus ojos y secar el piélago de lágrimas en el que se había convertido. La veía irse, al final de cada día, dejándolo a oscuras con sus pensamientos, soñando con el momento en el que sus dedos volvieran a amarrarse a sus vértices para desnudarlo primero, hacer de él lo que quisiera y, finalmente, devolverle sus ropas para dejarlo a solas con la mirada disipada en el asfalto de la calle. La última vez, sin embargo, simplemente lo había abandonado, para irse con prisas. Aquella mañana de últimas rebajas, se vio desnudo frente a los transeúntes, mientras la mano de ella lo agarraba por la espalda para retirarlo del escaparate de la tienda en la que trabajaba. 



Foto del cuadro "Ojo" de Juanan Pascual

lunes, 18 de agosto de 2014

Silencio de redonda

Hoy es lunes, hace sol y con la voz quebrada tras risas y recuerdos ,se deslizan las teclas. 




Silencio de redonda

El pasado se arrugó como una bola de papel
y con los ojos cerrados frente al teclado,
hay notas macilentas bajo los dedos,
Dormir, Reir, Mirar, Fallar, Soltar, Ladrar
imágenes vacías con palabras.
El compás se detiene en un punto y aparte
y  observo a una niña recorriendo hacia atrás el pentagrama.
Un canto  enrevesado a un pasado olvidado.
En su mirada hay otras personas.
Una habitación cerrada que rezuma humedad,
gotas que trazan notas empapadas en sal,
lluvia tóxica que escala a las nubes en vez de bajar.
La mirada es la misma pero la niña es otra:
una amistad rota y un silencio en cuatro tiempos,
redondea las aristas sin limar asperezas.

lunes, 11 de agosto de 2014

La huída del hambre

Hoy es lunes y vuelve a lucir el sol. Esta semana os presento un microrrelato de un poco menos de 200 palabras. Espero que os guste. 


La huída del hambre


Habían dado las cinco. Al fin podía salir de su casa y lanzarse a la aventura, en busca de su meta. El camino era largo, lo sabía, el objetivo lejano, pero quería llegar al final como fuera. No quería perderse y buscaba la flecha azul como el río al mar, con cierta desesperación, a veces suicida.
No se detuvo a pensar en las consecuencias de sus actos. El fin justificaba los medios y aquel allanamiento de morada era necesario para alcanzar su destino. Hubiera deseado hacerse invisible pero era imposible pasar desapercibida. .
Se inició entonces una persecución vertiginosa, hostigada por el hambre, como un fantasma que no se quería despegar de ella. Ella también estaba famélica, y su realidad se había convertido en una parodia del suplicio de Tántalo. No podía darse la vuelta. Ya era tarde para eso. ¿Quizás pudiera esconderse? Miró a sus espaldas, cada vez estaban más cerca. El hambre era acuciante. Corrió. Dieron las seis. Temía el número de la bestia, pero la suerte lo eludió y ella vio, por fortuna, su apetito saciado. Contó veinte. La ficha azul llegó al fin a casa.



Imagen de un 
graffiti de banksy

lunes, 4 de agosto de 2014

La ucronía del vaso roto

Hoy es un lunes soleado y la vida, por suerte, sigue por su cauce.  La frontera entre la felicidad y el horror es a veces tan frágil que da que pensar. Esta semana publico una poesía, espero que os guste.



 La ucronía del vaso roto


Intoxicada por el azar,
la moneda gira  en el aire.
Descubre una cruz en el altar,
del dios que observa con desaire

Las flores se doblan envenenadas
por el sino del metal precioso
La esperanza se marchita, y la fe
se arrodilla ante el destino caprichoso

El hado traza una aventurada acrobacia,
aguzando el deletéreo filo del alambre,
El funambulista se muere de hambre
mientras el león engulle a la falacia.

Y yo, espectadora de ese circo, sin voto
miro tras el etéreo filo del cristal,
como el golpe del payaso me sacude brutal
y despierta la ucronía del vaso roto.

Tus grandes ojos cándidos,
mis temores  han sido liberados.
El domador adiestra la mente aturdida,
mi alma estremecida ruge perdida.

El látigo restalla contra el miedo.
El temor al fin vuelve a ser enjaulado,
y hago equilibrios sobre la filigrana
mientras el destino, inexorable, se desgrana.