Dicho esto, y tras un miércolunes al sol, quería empezar agradeciendo a las más de 50.000 visitas que ha recibido este blog desde que lo empecé. Sólo es una cifra pero, al menos refuerza la sensación de que hay alguien al otro lado de la pantalla de mi ordenador.
Pero vayamos al meollo, hoy quería hablaros de un tema siempre candente en la realidad virtual: el plagio.
¿Plagio o no plagio, esa es la cuestión?
Parafraseando
a Shakespeare planteo esta duda y es que en realidad, es un tema complejo que
probablemente el famoso dramaturgo de la pérfida Albión se habrá planteado. Las
últimas generaciones siempre tienden a mirarse el ombligo y pensar que tienen
(tenemos) la exclusividad, tanto para lo bueno como para lo malo. El plagio es
un mal endémico de nuestro siglo propagado por internet. Sin embargo, no es
así, pues a lo largo de la Historia existieron numerosos y sonados plagios.
¿Qué hubiera dicho Homero si hubiera tomado una de esas puertas del ministerio
del tiempo y se hubiese topado con la Enéida de Virgilio? No lo sabemos. ¿Y
Athur Brooke, autor de un largo poema llamado “The Tragicall of Romeus and
Juliet” de 1562, más de treinta años antes de la obra de Shakespeare?
El
nombre de Shakespeare vuelve a surgir. El círculo se ha cerrado. ¿Pero son realmente plagios? ¿Qué es un plagio?
Según
la RAE es “Copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias.”Por
lo tanto podríamos decir que la definición académica se compone de dos partes
diferenciadas que aun así admiten también dudas en la interpretación. ¿Qué es
lo sustancial? ¿Citas literales? ¿Una idea? ¿Varias? ¿Unas notas musicales? Sin entrar en
polémicas de si Homero existió o no, ¿podría denunciar Homero a Virgilio por
plagio? ¿Y Brooke a Shakespeare?
Ambos beben de las obras precedentes. En el
caso de Virgilio se podría decir que ambiciona darle a Roma una obra a la
altura de la de su antecesor heleno y toma elementos claves tanto de la Ilíada
como de la Odisea. En el caso de Shakespeare se suele decir que se “inspira” en
Brooke cuando en realidad muchos lo consideran como una dramatización de su
poema que, a su vez, bebe de otras historias anteriores presentes desde la antigüedad.
Existen
muchos más ejemplos. La literatura o la música están llenos de éstos ¿Son
entonces algunos de los mayores genios de la Historia unos plagiadores?
Lo
que está claro es que el plagio tiene una larga Historia tras de sí, tan
longeva como la de las creaciones y pasiones. La originalidad se convierte en
una entelequia. ¿Aún se puede ser original?, planteaba en mi blog, hace un
tiempo. ¿Por qué rebanarme entonces los sesos si ya todo está escrito? ¿Por qué escribir?
Dejando
de lado ambos debates, ya abordados con anterioridad, si nos centramos en el
segundo aspecto de la definición de la RAE que subraya la importancia de la
apropiación de la autoría, entramos ahora en un nuevo campo.
Por
mi parte, creo que es importante, por ejemplo, diferenciar el guiño del plagio.
Una novela puede contener un par de versos, referencias a un párrafo dado
vuelta de una otra obra anterior que guste mucho o una frase de una canción,
sin que eso suponga un plagio sino un homenaje. Es un terreno resbaladizo y tan
subjetivo como la moral o la ética. Por suerte las leyes de propiedad intelectual
hoy en día nos amparan y ayudan a objetivizar estas cuestiones. Las licencias,
como Creative Commons, son bastante específicas con los deseos de los autores
con sus creaciones. En la gran mayoría de los casos, si copiamos un contenido
sin autorización o sin citar al autor incurrimos en una falta que puede
tornarse en delito. Deja de ser una opinión maniqueista que va más allá del
bien y del mal, es la ley.
Y
si la ley no nos ampara como debiera, siempre nos quedará la vieja técnica que
empleó el poeta romano Marcial con Fidentino, hace unos dos mil años: la vergüenza social.
“Corre
el rumor, Fidentino, de que recitas en público mis versos, como si fueras tú su
autor. Si quieres que pasen por míos, te los mando gratis. Si quieres que los
tengan por tuyos, cómpralos, para que dejen de pertenecerme.” (Epigrama XXX: A Fidentino el Plagiario)”
Imagen extraída de esta web
que entrada más intresante y me han surgido dudas sobre este tema que creía que tenía claras.
ResponderEliminarY no sabia lo de los autores..... en general si te gusta una idea que ha creado otro (sea cual sea el campo de esa idea-literatura, diseño, videos.....) y la desarrolas de manera diferente ¿es plagio o no lo es?
POr cierto ya tienes una nueva seguidora
Muchas gracias Susana. La línea es tan difusa en verdad. Yo creo que no es plagio pudx, al fin y al cabo coincido en que lo que cuenta es el desarrollo, pero al final, todo depende.
EliminarCon lo bonito que es ser original, o cuanto menos, ignorar que no lo eres.
ResponderEliminarLa ignorancia, a veces, es una bendición.
EliminarPor suerte, se hallaron muchas cosas desde el cantar de los cantares. :)
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