Estoy abrumada con el número de visitas de la primera parte de este artículo, con unas 8500 en tan sólo una semana. Para algunos, quizás sea poco. Yo me he quedado sorprendida. Sorprendida y agradecida.
Dicho esto, y en este martes heleado y soleado, continuamos con este artículo. Nos
habían quedado unas cuantas ideas en el tintero en la primera parte.
Terminamos en el momento en el que Palpatine alcanzaba
la púrpura imperial, relacionándolo con el ascenso de Augusto.
Más allá de la eternidad
Desde ese
momento, llaman la atención las palabras de Palpatine. Durante el discurso en el que
proclama el Imperio, el hasta entonces canciller asegura que éste durará “más de diez mil años”[i]. Esta idea de pervivencia,
claramente parece remitir al concepto romano de “aeternitas” que luego recogerá
el III Reich.
Roma aspiraba a la eternidad. Pero esta palabra no
significaba para ellos lo mismo que para nosotros.
Recuerdo muy bien algunas de
mis clases de Historia de Roma impartidas por un emérito catedrático al que, espero, la tierra le sea leve. Recuerdo como, entre las volutas del humo de sus
puritos, ampliaba mi visión sobre Roma. Se detenía en conceptos en lugar
de recapitular hechos, rompiendo con lo que yo creía y acrecentando mi admiración
por aquella cultura. .
Aeternus,
pues, proviene de la palabra aetas que significa “era”, “edad’, como cuando decimos “era de la
información” o ‘Edad Moderna’. Aeternus se asimila a “lo que pertenece a una edad”. En
su propia visión de las edades de la humanidad, los romanos creían que a Roma
le tocaba su propia edad, mil años según la profecía etrusca. Para cumplir
adecuadamente con esa profecía, Roma no podía entrar en decadencia ni ser
destruida. Roma debía pervivir y todo ello significó un gran programa de
estabilidad. Roma duraría mil años, Roma sería eterna.
Pero centrándonos de nuevo en la idea de Palpatine, se entiende por su discurso, que pretende inaugurar una nueva era. Una nueva edad, ampliando el tiempo de
la República y sus 1000 años, para superar las barreras de la eternidad. De
hecho, apela a la necesidad de estabilidad a lo largo de ese mismo discurso: “A fin de
poder garantizar la seguridad y mantener la estabilidad, la República, de forma
inmediata, se convierte en el primer Imperio galáctico”.
La guardia pretoriana y la guardia imperial
Una vez en el poder, Palpatine se rodea de una guardia
imperial.
Esta guardia del emperador, de nuevo, nos remite a Roma y a la
guardia pretoriana que fue formalmente creada por su primer emperador, Augusto (ya desde los tiempos
de Escipión algunos líderes militares de importancia tenían a una guardia
personal) y que, con el pasar de los años acabará tomando una enorme importancia
en el devenir de la Historia del Imperio romano, ayudando a alzar o hacer caer
emperadores.
El borde exterior, el limes y los reinos clientes
El Imperio de Star Wars se extiende hasta los límites de la
Galaxia y fuera de estos límites la vida se vuelve más salvaje. Hablábamos en
el anterior artículo de las dificultades que experimentan ambas repúblicas en
mantener estas fronteras y ahí, de nuevo, podríamos hacer otro símil, el de los limes o fronteras de Roma.
Así mismo, dentro de estos límites, encontramos en el
Imperio galáctico, reyes fácticos que conviven con el poder imperial. Es el
caso de Jabba el Hutt cuyo ejemplo recuerda el de los reinos clientes
de Roma. Estos reinos clientelares llegaron a ser importantes a la hora de
entender el entramado defensivo del Imperio. Los soberanos de los estados
clientes eran oficialmente designados por el Senado como “reyes amigos y
aliados del pueblo romano”. En ese momento ―si no la poseían ya― recibían la
ciudadanía romana. Sus reinos no eran independientes pero sí autónomos,
convirtiéndose, de hecho, en estados vasallos o protectorados romanos.
Volviendo a Jabba el Hutt, llama la atención las
características de su corte, de tipo oriental. Cantantes, esclavos, vinos, comida
a raudales, rodean una corte exuberante en la que la vida es diversión y en la
que, incluso, encontramos ejecuciones convertidas en espectáculo a manos de
criaturas salvajes.
Un nuevo paralelismo salta a la vista… Pero de éste y otros
temas trataremos en la última entrega de esta serie de posts en la que
hablaremos sobre todo, del ocio en ambos mundos.
Fotografías procedentes de: